Su lugar en el mundo es La Rioja, le apasiona realizar natación, le gusta el color negro, en estilo musical dijo que le gustan los boleros y las baladas y la hace muy feliz estar con el micrófono tanto en radio como en televisión. En El corazón de la mañana estuvo Marta Goyri en el personaje de la semana. Habló de su recorrido en los medios de comunicación, desde la primera suplencia en radio hasta Otro día con Marta, reconocido programa televisivo regional.
«Llegué a los medios porque soy una apasionada del micrófono y de la radio», mientras que de la televisión nunca lo había si quiera soñado, comentó. Su comienzo fue de oyente en los pasillos de radio LT 9 y Radio Santa Fe, prosiguió con pequeños avisos en las tandas y luego realizó el reemplazo de una compañera.
Sus primeros pasos por los pasillos de las radios fue de «cara dura», dijo entre risas, ya que por medio de un conocido pidió una prueba y quedó efectiva.
No obstante, su primer acercamiento a los medios fue como radioescucha, ya que no tenían televisión, contó que su padre le compró una radio portátil y desde que se levantaba hasta que se acostaba no se despegaba de ella, pero nunca pensó que ese fuese su «destino», totalmente ignorado, señaló Goyri.
Hoy ya tiene 53 años de carrera pero contó que al principio de él pasó por directores muy «duros» y trabajaba «temblando como una hoja» porque le llamaban la atención si salía al aire algún ruido como tos o estornudo, igualmente tenía unos códigos con el operador que la cubría con algún efecto de sonido en caso que suceda, relató respecto a sus primeros recuerdos en los medios.
En relación a la televisión dijo que no se estudiaba en esos momentos, por lo que su faro era Pinky, en aquellos momentos estrella de la televisión nacional. «Siempre fui buscando lo que consideraba una superación año tras año» en rol de productora y conductora de TV y radio, si hoy muchas mujeres la tienen de ejemplo «en hora buena, un orgullo», comentó.
Por último, rememoró una apertura de Otro día con Marta en canal 13, ubicado en la costanera de Santa Fe, manejando un auto descapotable 0Km.
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