El 2 de abril se conmemora el Día del veterano y de los caídos en la Guerra de las Malvinas. Para hablar de ello, Maricel Sattler estuvo en comunicación con el excombatiente e ingeniero electricista de UTN Regional Delta, Pedro Eduardo Gómez.
Gómez, en una nutrida entrevista hizo un repaso de su vida desde el momento en que se enteró del inicio de la guerra, hasta el trabajo para identificar la identidad de los solados caídos, que llegó muchos años más tarde.
En ese momento, el 2 de abril de 1882, contó Gómez, estaba haciendo el servicio militar, así que se encontraba en el cuartel. En la formación se da la noticia: «En la formación que se hace normalmente en el Ejército, a la mañana, se iza la bandera y se canta Aurora, vino un capitán y nos formó, hizo formar a todo el cuartel, seríamos 800 soldados, nos comunicó que habíamos tomado las Malvinas, con mucho orgullo y toda la excitación del caso», agregó.
El excombatiente Gómez pertenecía a un grupo de artillería de defensa área: «Protegíamos el cielo de las Malvinas», señaló. Precisamente su rol era el de cargador de municiones de un cañón antiaéreo.
En cuanto a la información que circulaba en las Malvinas, según Gómez, era ínfima, el grupo de su artillería tenía una radio en la que escuchaban programas de Uruguay, que era lo que se alcanzaba a sintonizar, y de esa manera se informaban.
En cuanto a la comunicación con su familia: «Me enviaron alrededor de 60 cartas de las cuales recibí 14», indicó el ingeniero. El servicio de mensajería era muy difícil. Una vez terminada la guerra, pudo retirar todas las cartas y encomiendas.
La rendición fue una gran consternación «entre haber perdido la guerra y el volver a casa», manifestó el veterano de Malvinas. En ese momento Gómez sentía que aún se podía dar más, pero hoy sabe que dieron mucho más de lo que estaba al alcance. «Se produce esa ambigüedad: de tristeza y alegría», afirmó.
En la continuación de la entrevista narró sobre el reencuentro con la familia y amigos, y también se expresó respecto al recibimiento de la sociedad, que en sus comienzos fue más hostil al reconocimiento que se vive en la actualidad.
VUELTA A LAS MALVINAS
Con un grupo de veteranos de la guerra de Malvinas, Gómez visitó las islas. «Muy movilizante fue Darwin (…) un campo electromagnético muy especial», y también San Carlos, donde está el cementerio de los ingleses.
El artillero pudo ir al lugar que fue su posición «Ver alrededor los agujeros que aún están de las bombas es muy estremecedor. Y luego verlo hoy, un hombre maduro, bien abrigado, bien alimentado, con botas térmicas, medias térmicas, camiseta térmica, campera especialmente diseñada para esas latitudes…», se pregunta cómo lo pudo soportar.
CRUCES BLANCAS
Con un operativo de Cruz Roja Internacional, junto a los gobiernos de Argentina e Inglaterra, se trabajó para darle nombre a las tumbas que no lo tenían: «Es el mejor reconocimiento: un soldado no muere en campo de batalla sino cuando un pueblo lo olvida», afirmó Gómez.
El entrevistado hizo mención al trabajo de Julio Aro, ex combatiente de Malvinas, que trabajó en el proceso de identificación junto a otros veteranos y familiares de los caídos. También una mención especial a quienes han aportado en este trabajo, los británicos Roger Waters y Geoffrey Cardozo.
Escuchá la entrevista completa: