Daniel Chirino, médico clínico y cardiólogo, e investigador del Centro Mautalen Salud se refirió en FM Universidad al ensayo de la vacuna creada a base plantas, para la cual se necesitan voluntarios.
La vacuna «tiene una tecnología diferente a todas las vacunas investigadas» porque es una «vacuna basada en plantas». Se genera a partir de una partícula que tiene las características muy similar a la membrana externa del coronavirus, «con la proteína S que genera la respuesta inmunitaria en las personas». Es decir, esta partícula tiene todas la estructura parecida pero sin el material genetico que permite la infección, «genera la respuesta inmunológica sin el peligro de quedar infectado», explicó el médico.
El estudio ya pasó la fase 1 y fase 2, y «ha tenido muy buenos resultados», dijo. Ahora en la fase 3 se busca comprobar la eficacia en las personas. Cabe destacar que es un ensayo que se está dando en todo el mundo por la iniciativa de una farmacéutica canadiense y en Argentina se dio a conocer por el Centro Mautalen Salud.
Es una tecnológica ya utilizada por el laboratorio de Canadá en el diseño de vacunas de gripes estacionales. En particular, la producción de la vacuna contra el coronavirus comienza con la introducción de una partícula a la planta, y esta a través de sus células sintetiza y genera una partícula objetivo, que imita al coronavirus. Es decir las plantas actúan como «pequeñas fabricas de la vacuna» y no se necesita utilizar el virus ni producto animal, afirmó Chirino.
El ensayo clínico está aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, ANMAT, y se va a realizar en Argentina en personas entre 18 a 59 años que cumplan con los siguientes requisitos: no tener ninguna de las vacunas contra el coronavirus, no haber participado en ninguno ensayo previo de vacunas contra el Covid 19 y no haber tenido el virus.
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